“Ahora
parece que lo han hecho en tiempo y forma y les vamos a permitir las
concentraciones de dos o tres horas, pero en absoluto tienen que
acampar porque la plaza no es sitio para acampar. Es un sitio de
todos los ciudadanos y no pueden apropiarse de la plaza durante x
días y acampar allí, Y eso no lo vamos a permitir.”
Estas
palabras la pronunció el pasado miércoles
el señor Alberto Martínez, subdelegado
del gobierno en Alicante.
Pronunciaba estas
palabras en la radio el mismo día en que nos enviaba la resolución
que limita el derecho de reunión, a 3 horas diarias entre las 9 de
la mañana y las nueve de la noche.
Pero ¿en que ley está
escrito que una concentración solo puede efectuarse entre las 9 y
las 21 horas?
¿acaso estamos en un
estado de sitio donde se pueden prohibir las reuniones nocturnas?
La resolución del señor
subdelegado es una clara limitación del derecho de reunión por
razones ideológicas. Y tenemos el antecedente en las declaraciones
de la delegada del gobierno en la Comunidad de Madrid, la Sra.
Cifuentes, en las que afirmaba que el partido popular quería modular
el derecho de reunión y manifestación. Palabras que el presidente
de la misma comunidad, el señor Ignacio Gonzales considero como
razonables.
Ante esta situación
decidimos recurrir, ante la instancia competente, para intentar
restablecer el pleno derecho de reunión. Y hoy viernes se celebra la
vista en el tribunal superior contencioso administrativo sito en
Valencia.
El interés de una
concentración es el de lograr los resultados que busca y para ello
plantea una forma de hacerlo. Una forma que se ajuste al problema que
denuncia.
No es lo mismo luchar
para denunciar la falta de un semáforo, en una pequeña calle, que
pretender hacer visible y buscar soluciones a la precariedad y la
marginación, a la ignominia de unas cifras de paro insoportables.
No es lo mismo una
sentada de unas horas solicitando el semáforo, que una concentración
permanente durante 18 días en la plaza de la Muntanyeta, para
debatir el drama del desempleo y la pobreza.
Claro que no es lo mismo,
como no es lo mismo el impacto público y mediático que pretenden
lograr.
No es lo mismo,
repetimos, la ausencia de regulación del tráfico anteriormente
citada, que la denuncia de la situación a la que se ven sometidas
6.200.000 personas, y casi 3.000.000 de ellas sin ingreso alguno.
La situación del
desempleo es lo suficientemente grave como para que una concentración
que pretende debatir a fondo ese problema y buscar soluciones, porque
las hay, sea permanente y dure 18 días, porque entre otras cosas la
concentración pretende tener incidencia entre la ciudadanía, no
pretende ser solo una foto en la prensa. ¿Y cómo tener incidencia?
¿Cómo abrir ese debate tan necesario que nos quieren hurtar? ¿Con
una concentración esporádica de vez en cuando?
No! no es lo mismo
No es lo mismo
enfrentarse a temperaturas tórridas
con un abanico que con
un climatizador.
No! No es lo mismo
Por ello hemos planteado
una concentración permanente, una concentración que llame la
atención, que remueva conciencias, que despierte ideas y que permita
a cualquier desempleado/a poder venir a informarse y opinar.
¿Tienen miedo de
ello?
Estamos de acuerdo con el
Señor Martinez, en que ningún ciudadano puede apropiarse de un
espacio público, nada más lejos de nuestra intención. Una
concentración permanente es un espacio abierto a la participación y
al debate, a la reflexión y la solidaridad. Si el señor subdelegado
está tan preocupado por la apropiación del espacio público debería
de hacer algo con la situación de El Portal de Elche, sitio
emblemático de esta ciudad, hurtado a la ciudadanía por una
mercantil con su beneplácito y el de la alcaldesa.
Los desempleados/as
estamos en una situación parecida a la de aquella persona que lleva
a cabo una huelga de hambre. Y una huelga de hambre no se hace a
tiempo parcial sino durante el tiempo suficiente como para recibir
una respuesta. ¿Quién hace una huelga de hambre? Alguien que se
encuentra en una situación sin salida y quiere llamar la atención
sobre su problema.
¿Quieren a caso que
nos pongamos en huelga de hambre?
Por otra parte, no está
en manos del subdelegado de gobierno, ni de ningún gobierno que se
llame democrático, permitir o no una reunión. El derecho de reunión
es un derecho y solo puede prohibirse o limitarse cuando atente al
orden público o ponga en peligro a personas o bienes.
Desde el colectivo Marea
roja aseguramos que ninguna de esas circunstancias concurren y lo
refrenda nuestra trayectoria. Todo lo alegado por la resolución son
solo suposiciones e hipótesis que no se sostienen.
Queremos afirmar, por último, que además de luchar contra el paro y la precariedad,
Marea roja-15M lucha a favor del derecho de reunión y no a favor del
“paripé” que quieren imponernos.
Alacant 23 de mayo 2013. Marea Roja
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