El próximo viernes 6 de Julio en la Sede de la Universidad tendrá lugar un encuentro con Janaina Stronzake sobre la "Educación popular para los movimientos sociales". Agradecemos a Entrepobles y a la Plataforma de Soberanía del P.V. por hacer posible este acercamiento al Movimiento de los Sin Tierra de Brasil y su lucha por otra forma de vida y de relaciones. Adjuntamos una entrevista con Janaina publicada en: http://redbioetica.com.ar/entrevista-janaina-stronzake/ , así como otra publicada en Youtube, como forma de acercarnos a la lucha de un movimiento de más de dos millones de personas que luchan por la tierra. Una abraçada, la redacción
Entrevista
A
pocos días de las elecciones presidenciales del 3 de octubre
próximo, el movimiento social brasileiro reflexiona en voz alta.
Sobre la situación del país y sobre la gestión del Partido de los
Trabajadores (PT) y del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva en
estos últimos ocho años de Gobierno. Las críticas no faltan, sin
embargo no queremos el retroceso político y social que representa el
programa del candidato de la derecha José Serra precisa Janaina
Stronzake, joven miembro de la Coordinación Nacional del Movimiento
de Trabajadores Rurales Sin tierra (MST) de Brasil. Stronzake, 32
años, realiza tareas en el sector de la formación y la cultura.
Acaba de llegar a España por un año en el marco de un mandato de
Vía Campesina.
P:
La coyuntura electoral brasilera se da en el marco de un particular
contexto internacional. ¿Cómo lo definiría?
R:
La crisis impone cortes en los presupuestos sociales y de la
cooperación internacional, como medio para compensar el
financiamiento de los Estados del Norte a sus sistemas financieros en
debacle. En lo político, se siente un nuevo empuje de la derecha en
el plano mundial…
P:
¿Y en Brasil mismo?
R:
Desde la perspectiva de los movimientos sociales transitamos un
camino muy difícil. Es cada vez más activa la presencia de las
trasnacionales, del agro-negocio, de la derecha como proyecto
ambicioso. Algunas constataciones: la *criminalización* de los
movimientos sociales por parte de la justicia y del Congreso Nacional
con su Comisión de Encuesta Parlamentaria que quiere forzar el
argumento del enriquecimiento ilícito del MST. Se da una ofensiva
político-militar de la derecha, de los sectores terratenientes y sus
milicias armadas. De la mano de un aparato mediático muy potente que
juega ese juego.
Además,
en el plano rural, un sistemático proceso de concentración de las
tierras. En los últimos 10 años aumentó dicha tendencia y no se
implementó la Reforma Agraria ni la democratización rural. Según
diversas estadísticas de toda seriedad, Brasil sigue siendo el
campeón mundial de la concentración…Y la distribución no avanza.
P:
¿Este análisis implica un balance significativamente crítico del
MST hacia la gestión de Lula?
R:
Los ocho años de Lula se dieron en un contexto histórico
particular. Luego de los ocho años previos de gobierno de Fernando
Henrique Cardoso y el Partido de la Social Democracia (PSDB) que ha
dejado a Brasil entre los países socialmente más polarizados del
mundo. Profundizó la pobreza; regaló el patrimonio del pueblo
brasileiro al gran capital, como lo ejemplifica la Minera Vale do Rio
Doce, que fue vendida a un 10 % de su valor real en una maniobra
privatizadora realmente horrenda. La gestión Lula se da en ese marco
histórico. Lo que, sin embargo, no justifica todo. El principal
aspecto negativo del Gobierno Lula fue la no ejecución de la reforma
Agraria, definida por la ley. Y el beneficio que le otorgó al
agro-negocio, a los bancos y a las trasnacionales en general.
P:
Podría profundizar un poco más el tema de la distribución de la
tierra como deuda del Gobierno Lula…
R:
El Estatuto de la Tierra, una ley de 1964 y muy actual en términos
de democratización del acceso a la tierra y al uso de los recursos
naturales, prevé ya la Reforma Agraria y define la función
socio-ambiental de la misma.
El
Gobierno Lula, sin embargo, privilegió el agro-negocio, es decir la
gran producción agrícola. Que concentra el 90 % del crédito
agrícola; ocupa el 75 % de las tierras y produce solamente el 30% de
la alimentación para los habitantes del país. Mientras tanto el
campesinado sólo tiene el 25 % de la tierra; accede a un escaso 10 %
del crédito agrícola de la banca pública y produce el 70 % de todo
lo que se come en el país. Todas cifras oficiales del Censo
Agropecuario 2006, hecho por el Instituto Brasileño de Geografía y
Estadística (IBGE), una institución gubernamental.
Ahora
se promueve un Código Forestal, que responde a las exigencias de los
terratenientes para profundizar la devastación de la Amazonia y
otras áreas de reserva natural. Este proyecto está en discusión en
el Congreso Nacional y si lo aprueban los diputados va a promover más
deforestación, más éxodo rural, más monocultivos y mayor
concentración aún de la tierra.
Otro
aspecto preocupante ha sido la liberación de los transgénicos
(organismos genéticamente modificados). La Comisión Técnica
Nacional de Bioseguridad está contaminada por empresas como
Monsanto. Empresas públicas como EMBRAPA (Empresa Brasileña de
Investigaciones Agropecuarias) están impulsando alianzas con
trasnacionales como la Syngenta para desarrollar nuevos transgénicos,
por ejemplo para la caña de azúcar. No podemos olvidar que la
Syngenta es la responsable del asesinato del campesino y militante
del MST Valmir "Keno" Mota, en el Estado de Paraná, en octubre del
2007. ¡Sólo por ese hecho hubiera debido ser echada de Brasil!
P:
¿Reconoce el MST aspectos positivos de la gestión Lula?
R:
Sin duda. El más evidente es la Bolsa Familia, un plan de asistencia
de emergencia a familias muy empobrecidas. A partir del mismo, 35
millones de personas cuentan hoy con el alimento básico. Es verdad
que es una política coyuntural, pero es innegable el impacto
positivo de esta medida.
Por
otra parte, el 97 % de los niños y niñas van hoy a la escuela. Lo
que falta ahora es calificar más la educación pública.
Evaluamos
que uno de los aspectos más relevantes del Gobierno Lula ha sido su
política externa. Las alianzas y aproximaciones con el Sur, con
Latinoamérica, con Medio Oriente y Asia…Son ejemplos de un cambio
real de la política exterior. Tomó posiciones muy importantes como
oponerse al Golpe de Estado en Honduras haciendo frente al rollo
compresor promovido desde Washington. Sin embargo, Brasil sigue
teniendo tropas en Haití, lo que es una vergüenza.
P:
En ese contexto de errores y aciertos… ¿Cuál es la postura
electoral del MST?
R:
Mi visión. Siento que en el mundo hay dos fuerzas que se confrontan:
una de derecha, por momentos casi fascista. La otra que opta por el
concepto del "Buen Vivir".
No
pienso que tengamos hoy en Latinoamérica todos Gobiernos ideales,
puros. Pero se corre el riego que el cambio político sea para atrás,
implique un retroceso a un pasado terrible para la gran mayoría de
la gente.
No
creemos demasiado en que las elecciones sean la solución de todo. La
solución está en profundizar la reforma Agraria y la transformación
social. Esto sólo puede ser realizado por la gente, el pueblo, con
una activa participación en tanto principal protagonista y no
emitiendo un voto cada cuatro años.
Sin
embargo, somos conscientes que José Serra, el candidato de la
derecha brasileira, representa a los ricos, al capital trasnacional,
al anti-Estado social. Nuestra América Latina ha sufrido mucho en
500 años y no queremos más explotación, esclavitud, miseria. En el
Estado de Río Grande donde estos últimos cuatro años ha gobernado
el partido de José Serra, el PSDB, tuvimos la muestra de lo que
proponen para todo el país: cierre de escuelas, fin de los programas
sociales, represión abierta y violenta contra campesinos y
sindicalistas…
P:
Una situación política nacional que en todo caso impondrá desafíos
de fondo para ustedes como Movimiento Sin Tierra…
R:
En efecto. Tal vez es importante recordar que el MST nace en 1984 con
la propuesta de luchar por la tierra, por la Reforma Agraria y por
las transformaciones sociales.
La
lucha por la tierra implica pasos simples. Nos organizamos,
identificamos un latifundio improductivo, nos dotamos de algunas
pinzas y útiles, cortamos las alambradas y empezamos a producir.
La
lucha por la reforma agraria es un paso más complicado. Y lo
tercero, mejorar el nivel de vida de todos, en el campo y la ciudad,
es todavía mucho más complicado. Un aspecto clave para asegurar
este proceso es la educación.
P:
¿Puede precisar?
R:
Debemos poder caminar con nuestras propias piernas. Para ello es
necesario comprender bien, antes, el camino a recorrer. Y por eso
organizamos escuelas en cada campamento. Y luchamos por una educación
pública y universal.
Mucho
más aún, necesitamos contar con campesinos-investigadores. Hace 10
mil años los campesinos cuidaban sus propias semillas, las
producían, las conservaban. Ahora vienen trasnacionales como
Monsanto y Syngenta y nos dicen que ellos son los únicos garantes de
las semillas. ¡Increíble! Por eso necesitamos
campesinos-investigadores, que no se dejen arrebatar la ciencia que
debe estar al servicio de su propia producción. Que sistematicen
conocimientos históricos. Y eso es un reto común para todos los
campesinos del planeta.
P:
Es significativo en su análisis la estrecha relación que le asigna
a las dinámicas de su país y a las internacionales…
R:
El capital se globalizó. Es una realidad. Y por lo tanto deben
globalizarse nuestras redes, es decir el intercambio solidario. Los
problemas son esencialmente los mismos para los campesinos de Brasil,
de Europa y África. Aunque a veces quieren hacernos entrar en
contradicciones entre unos y otros. La buena solución es aquélla
que sea correcta para todos los campesinos y trabajadores en el plano
mundial. Y dado que el origen de los problemas son los mismos debemos
ser innovadores, creativos para alcanzar soluciones que partan de lo
local. Y en este sentido adquiere una importancia notoria el concepto
de soberanía alimentaria. Con una acción local pero unidos y
coordinados a nivel global. Una unidad de acción común.
En
nuestro continente es vital la propuesta del ALBA (Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). Es esencial crear
debates y buscar opciones entre Gobiernos y movimientos sociales, a
partir de una construcción desde abajo. Es muy importante la
existencia de Vía Campesina, así como el rol que juegan Evo Morales
o Chávez en Venezuela. Pero con la convicción que los movimientos
se construyen y consolidan desde la base.
Sergio
Ferrari y Beat Tuto Wehrle.
Prensa
Ecuménica
Entrevista publicada en Youtube