Los montajes policiales campan a sus anchas, muchos de ellos, por
suerte, se volatilizan en los juzgados y no llegan a donde querían
llegar, pero el daño causado por el camino es importante, daño que
solo puede ser reparado con el apoyo a las personas afectadas.
Esperemos que el montaje sobre Diego también se volatilice y las
heridas sufridas se curen con el apoyo y los cuidados de sus vecinas y de otras
personas que se lo brindemos. Aquí está nuestro apoyo, el de la
gente de la Marea roja Alacant y esperemos que el de muchas más. Un
abrazo. La redacción.
A continuación transcribimos el manifiesto de apoyo y quien desee
apoyarlo nos mande un correo a marearojalacant@gmail.com
Llegó el día...
El 17 de enero de 2017 juzgan a Diego por una supuesta agresión a un
policía municipal con resultado de lesiones. La pena a la que se
enfrenta es de 3 años y medio de cárcel, junto a una
responsabilidad civil de 30.355,84 euros.
El hecho que se juzga ocurrió hace dos años, cuando parte de las
vecinas del barrio vigués de Coia con apoyo de gentes llegadas de
otros barrios, se echó a la calle para protestar por otro (ya iban
varios) proyecto megalómano y esperpéntico promovido desde el
Concello de Vigo: la colocación de un barco de alto valor histórico
en una rotonda del barrio.
Esta actuación no sólo es paradigma del pailanismo urbanístico que
se está extendiendo por la geografía viguesa, sino que es -y así
fue percibida por las vecinas- un insulto, una provocación en toda
regla. No hay dinero para pagar ayudas de emergencia, alquileres o
recibos de luz de la ciudadanía empobrecida, pero sí para instalar
un barco en una rotonda.
Teniendo siempre por bandera la no-violencia, la resistencia pasiva y
la desobediencia pacífica, se paralizaron las obras. Las fuerzas de
orden público intervinieron,y comenzaron a llegar las multas y las
detenciones: tras Xurxo, fue el turno de Diego. Ahora, dos años
después, dará comienzo su juicio.
En la instrucción del procedimiento fue tal el cúmulo de
contradicciones e incongruencias por parte de la acusación
particular, que la propia fiscalía, en dos ocasiones, rechazó
formar parte del proceso. De este modo, el día 17 de enero no habrá
acusación pública (el ministerio fiscal no aprecia indicios de
delito, pese a todo lo manifestado desde el gobierno municipal), sólo
acusación particular: la Policía Local.
Lo que nosotros gritábamos hace dos años, lo seguimos gritando
ahora: nuestras armas son la razón, las ansias de justicia social,
la utopía de un mundo mejor. No necesitamos ni de la fuerza ni de la
violencia. Y lo gritamos fuerte y claro. Nos sentimos muy orgullosos
de Diego, una más de tantas personas que día a día nos demuestran
como no sale gratis salirse del rebaño.
La denuncia de las injusticias de este sistema, la contestación
social, la protesta, son perseguidas y criminalizadas, pese a que
nuestro ordenamiento jurídico diga lo contrario. Y Diego siempre fue
una de las caras más visibles de la lucha de la rotonda de Coia, por
lo que creemos que su procesamiento no es casual. Pretenden que pague
por todas las vecinas, para que quede claro qué sucede con las voces
disonantes.
Por todo esto, los abajo firmantes manifestamos nuestro apoyo a Diego
ante el proceso que está cerca de comenzar, solicitando su libre
absolución. Sabemos de su inocencia, y afirmamos nuestra decidida
apuesta por la desobediencia pacífica y la noviolencia como
herramientas de trabajo en la lucha por una sociedad basada en la
justicia social y la igualdad.