(Hoja informativa repartida en las oficinas del INEM-SERVEF entre los dias 16 de octubre y 13 de noviembre de 2012)
¿QUÉ PASARÍA SI
UN DÍA DEJASEMOS DE CONSUMIR?
Si, has oído bien,
quizás no nos quede otra arma que dejar de consumir. Demostraríamos
el descontento general y el poder de la sociedad organizada.
Invitaríamos a la reflexión de cómo, cuánto y porqué compramos,
sobre cuáles son nuestros hábitos de consumo.
Así
pues una huelga de consumo es mucho más que un día sin compras
Durante
los últimos meses, los españoles han cogido la costumbre de salir a
la calle con una frecuencia cada vez mayor. Las protestas y las
manifestaciones están a la orden del día. Estas acciones encuentran
un apoyo en las huelgas de consumo, que constituyen la reinvención
del concepto de protesta que además invita a hacer un análisis
crítico de la actitud personal de cada uno.
¿QUÉ ES LA
HUELGA DE CONSUMO?
No
es algo nuevo. De hecho, se ha convocado ya en algunas ocasiones,
tanto desde organizaciones sindicales y ecologistas, como desde las
asambleas del 15M, como por ejemplo el 29 de marzo (coincidiendo con
la huelga general contra la reforma laboral), el 29 de septiembre de
2010 (huelga general contra la reforma laboral de Zapatero) o el 20
de junio de 2002 (contra la reforma del subsidio de desempleo del
Gobierno de Aznar). La huelga de consumo acompaña a la huelga
general laboral, como instrumento para implicar a las personas no
empleadas.
A
diferencia de la huelga general, en una huelga de consumo puede
participar el conjunto de la población: personas con empleo, ya sean
autónomas o asalariadas, desemplead@s, am@s de casa, estudiantes,
jubilad@s…consiste en no comprar en grandes
superficies o consumir la mínima cantidad de electricidad y agua.
Pretende
llamar la atención sobre el sistema productivo y presionar a los
gobernantes de todas las administraciones para que corrijan su actual
política económica insostenible y antisocial que maltrata,
desprecia y despoja a todos los colectivos desfavorecidos, mientras
garantiza los exagerados beneficios de los bancos y las grandes
empresas.
Es
necesario replantearse el sistema productivo que padecemos. Aprender
a consumir de forma responsable, sin caer en la dinámica de vivir
para trabajar y trabajar para consumir. Los próximos 31 de octubre y
14 de noviembre, no compremos nada, no usemos
el teléfono, no echemos gasolina, no utilicemos el banco,
consumamos la electricidad o gas imprescindibles, que no entre ni una
moneda en los bolsillos de quienes nos explotan. Esta huelga es
contra la banca, multinacionales, especuladores y los Gobiernos que
les obedecen sumisamente.
Que
no se nos olvide, el 31 de octubre sumémonos a la jornada de lucha
haciendo la huelga de consumo y acudiendo a la concentración en el
plaza de la muntanyeta a las 19 horas. Y el 14 de noviembre unámonos
también a la convocatoria de huelga general y de consumo.
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