miércoles, 19 de marzo de 2014

Renta Básica de las Iguales para combatir el heteropatriarcado capitalista

(Reproducimos el articulo de la compañera Rosa Zafra de Zambra Cuenca-Baladre publicado por la revista Clarión nº 38 del mes de marzo. Interesados ver enlace. Un abrazo, la redacción 




Renta Básica de las Iguales para combatir el heteropatriarcado capitalista

Cuando surge el marco teórico que dio a luz la Renta Básica de las Iguales, eran pocas las voces que se atrevían a hacer de la misma una punta de lanza para comenzar a romper el sistema o incluso una de las mil variadas formas de agujerearlo para mostrar tanto la debilidad, como la suciedad que conllevaba. Las que quedaban fuera del mundo laboral eran vistas como un mal menor por parte de las gentes de “a pie” y como algo necesario por el propio sistema que, desde los años 90, reconoce la inviabilidad para su sostenimiento del pleno empleo. Sin embargo estas pocas personas que, en unos casos, sometidas a esa exclusión del maravilloso mundo del empleo, en otros conscientes de la injusticia de la lógica neoliberal hacia las personas, plantean que la RBis es una herramienta fundamental para modificar las actitudes ante la imposición del empleo como el centro de nuestras vidas y trabajos; así mismo algunas compañeras de Baladre son capaces de vislumbrar lo que para las mujeres significaría una Renta Básica de las Iguales, un significado que por ende arrastraría a los hombres a entenderla y concebir un mundo nuevo no solo sin clases, sino también sin géneros ni construcciones sociales basadas en el sexo de las personas.
La Renta Básica de las Iguales la entendemos como un medio, nunca como un fin (de ahí lo de “y mucho más”) de distribución de la riqueza de forma equitativa mediante un “salario” suficiente, personal, universal y sin contraprestaciones que ayude a las sociedades a avanzar hacia una organización donde lo colectivo prime sobre el individualismo actual. (No perdamos nunca la perspectiva de que vivimos en una sociedad monetarizada, que pretender modificar las relaciones económicas de la noche a la mañana es difícil, sin embargo es lo que se pretende)
En este sentido, desde el punto de vista de género, la entendemos como una herramienta esencial pues:
  • cuestiona el papel central que juega el empleo en el marco capitalista, destacando su incapacidad para garantizar unas condiciones de vida digna y en libertad que se supone se garantizan tanto en la Declaración de los Derechos Humanos como en las constituciones de los países “democráticos” incluido el nuestro; el acceso de las mujeres al mundo laboral fue una reivindicación del feminismo en épocas pasadas, su defensa y mantenimiento sigue siéndolo hoy día, y por eso mismo conviene recordar en qué condiciones se han incorporado las mujeres al mundo laboral: brecha salarial, techos de cristal, despidos, parcialidad-precariedad salarial, dobles e incluso triples jornadas pues no existe corresponsabilidad en los cuidados ni en las labores domésticas…trabajos estos últimos que el capitalismo ha obviado como importantes y por ello ha relegado a la esfera de lo privado asignándolo a las mujeres;
  • esta idea entendemos que entronca con los planteamientos de la economía feminista, crítica con la consideración del mercado/empleo/trabajo asalariado como elementos privilegiados en el análisis económico clásico, recorte epistemológico que obedece a una visión androcéntrica de la ciencia económica y que obvia las actividades que tienen lugar en la esfera privada o en otras en las que no media un intercambio monetario (voluntariado, trabajo comunitario, etc.), aunque estas generan bienestar, una vez que se dirigen a satisfacer las necesidades de las personas, y por ende, también generan riqueza;
  • además para la economía feminista, las relaciones de género, conectadas a otros ejes de poder y opresión (clase, etnia, identidad u orientación del deseo, etc.), atraviesan el sistema económico dando lugar a la pugna de dos lógicas contrapuestas: por un lado la lógica del Capital y los mercados, que opera bajo el principio de la acumulación de beneficios; y por otra la lógica de los cuidados, que tiene como finalidad sostener la vida, satisfacer necesidades y generar bienestar;
  • por otro lado, entendemos que una vez todas las personas tengan acceso a una renta que les proporcione lo básico para la vida, algunas verán en ello una forma de romper los vínculos que las mantienen junto a hombres que las han venido machando con su ejercicio del poder a través del salario; mujeres que se liberan de la sujeción que la precariedad que les imponía;
  • así mismo la facilidad que encuentra el sistema para encontrar mano de obra precaria, mal asalariada con contratos parciales pero eternas jornadas pasaría a formar parte del pasado, las mujeres no estarían tan dispuestas a aceptar estas condiciones, los hombres tampoco pues la RBis proporciona un colchón económico que permite negociar otras condiciones laborales sin la angustia que en muchas ocasiones ha generado la falta de recursos; e incluso ¿por qué no? ¡cuántos hombres no renunciarían a largas jornadas fuera de casa para permanecer en ella dedicados a los cuidados! “ Se atacaría de lleno a la ideología del patriarcado que reduce la función en la vida de las mujeres a parir y criar hijos, dado que con la experiencia que ya poseen las mujeres de vivir el conflicto entre patriarcado y el capitalismo junto con la RB ayudarían a fomentar una autonomía personal de las mujeres, que es la base por otro lado de la destrucción del patriarcado” (1)
  • (…) supondría pues el “desmantelamiento del modo de producción patriarcal, ya que se podría romper con el concepto de madre política, en tanto en cuanto existiría la posibilidad de tener criaturas y de educarlas al margen del mercado laboral (…) se van destruyendo las bases del trabajo reproductivo y la reproducción del sistema capitalista, al no parir criaturas cuya función en la vida pasara necesariamente por suministrar mano de obra al sistema” (2)

Son pues estas cuestiones las que nos proporcionan las claves para defender la Rbis como una herramienta complementaria en la lucha de los feminismos y las que nos han empujado desde hace años a defenderla como tal incluyendola siempre en nuestras agendas de acciones, encuentros y asambleas.
Por último recogemos las siguientes palabras que la Plataforma contra la exclusión de Barakaldo ofrecían en 2001 en el marco del Seminario “Mujer y Renta Básica” en Paterna, Valencia: “la RB no va a emancipar de un día para otro a las mujeres, pero si irá creando una verdadera cobertura social para el cambio”, un cambio en las relaciones personales que consideramos pasa por la eliminación de los géneros y roles de construcción social, un cambio en el que nuestros compañeros se sentirán igualmente identificados y emancipados.

Para saber más os recomendamos entrar en:

1 “Renta Básica: una alternativa a la feminización de la pobreza” charla recogida en el Seminario “Mujer y Renta Básica” de noviembre 2001 en el Barrio La Coma de Paterna, Valencia
2 Idem

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