El pasado 8 de agosto volvimos a concentrarnos ante los retrasos, las denegaciones injustificadas y el caos en la Renta valenciana de Inclusión. traemos aquí un análisis de las razones de las reclamaciones y de la concentración y unos vídeos de la misma. Una abrazada, la redacción.
Mientras, tal como podemos comprobar
en la grabación de los informativos de Radio Alicante o en el artículo del periódico El Mundo cuando cubrieron la noticia de la concentración
del día 8 de agosto, la Conselleria de Igualtat i politiques
inclusives y el Ajuntament d´Alacant se tiraban los trastos para ver
quien era responsable del caos de la renta valenciana de inclusión,
algunas personas mostraban su dignidad denunciándolo.
https://play.cadenaser.com/audio/ser_alicante_hora14alicante_20190808_141700_143000/
https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/alicante/2019/08/09/5d4d950afc6c83af1d8b4632.html
https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/alicante/2019/08/09/5d4d950afc6c83af1d8b4632.html
Personas como Awatif que se enteró a los doce meses que se la denegaban, de palabra se lo dijo su trabajadora social, al haber comenzado a cobrar su marido un subsidio del SEPE pasados los nueve meses de que registrara la solicitud de la renta valenciana de inclusión, los nueves meses se cumplieron en marzo de este año y su marido empezó a cobrar el subsidio en abril.
Parecida situación a la de Saadia que llevaba casi 6 meses esperando cuando en una visita a la oficina del paro se enteró que tiene derecho a la RAI y la solicitó, está por ley obligada a solicitarla, y a los 12 meses de haber solicitado la renta valenciana le comunicaron, de palabra como a Awatif, que le había sido denegada por estar cobrando dicho subsidio.
Situación diferente es la de Hlima, firmó la resolución en marzo y en teoría tenía que haber empezado a cobrar a finales de mayo, pero el 8 de agosto seguía sin cobrar y sin noticias claras de cuando la cobraría, se da el caso que esta mujer está enferma y por falta de dinero no está llevando el tratamiento para su enfermedad.
El caso de Mati llega al surrealismo, entregó la solicitud a principios de noviembre de 2018 y le llamaron a finales de julio, pocos días antes de cumplirse los nueve meses, para solicitarle los movimientos bancarios de septiembre, octubre y noviembre del mismo año, movimientos que algunos ya había entregado (septiembre y octubre) y otros, los de noviembre, no era necesario entregarlos dado que presentó la solicitud a principios de dicho mes. Pero la cosa no acaba aquí, le comunicaron que el sistema operativo estaba bloqueado y que la comprobación de sus documentos se podía retrasar bastante y como muchos documentos ya estaban caducados tras los casi nueve meses transcurridos, le aconsejaron que presentara una nueva solicitud en el registro.
Lo ocurrido a Asma muestra el oscurantismo de la administración, después de ocho meses sin saber nada de su solicitud se acercó a la sede de la Conselleria de Bienestar Social en Alacant y ante su pregunta le contestaron que para informarse fuera a su centro social, cuando acudió al centro social le dijeron que estaban saturados y no podían atenderla, que volviera otro día a ver si era posible.
Antoni la pidió en septiembre de 2018, ante la falta de noticias, presentó una queja en el Sindic de Greuges el pasado mes de mayo, días después le llamaron del centro social y firmó la conformidad con la resolución, pero sigue sin saber cuando cobrará.
Estas personas, y muchas otras, se hayan atrapadas por una ley que no afronta la magnitud de la pobreza en el País Valencià, ley implementada mediante un entramado burocrático cuya función es retrasar o buscar causas para la denegación con el fin de ajustarse a un presupuesto insuficiente.
Ley que debería ser simplificada en su tramitación, dotada de los recursos necesarios y separada de los servicios sociales. La pobreza económica se resuelve con dinero y los servicios sociales están para otras cosas, no para utilizarlos como medio de control de las personas empobrecidas.
Luchemos por una ley que abra el camino a la Renta Básica de las Iguales y no por una ley dedicada a gestionar la pobreza. Basta ya de leyes trampa.