Frente a los retrasos, la falta de información y la aplicación parcial, RECLAMACIÓN de un verdadero derecho, individual, incondicional y suficiente.
¿Qué
está pasando
con la
Renta Valenciana de Inclusión?
A
pesar de la campaña “Por
una Renta Básica al País Valencià”,
organizada por una veintena de colectivos sociales en otoño de 2016,
y con más de 8.000 firmas recogidas.
A
pesar de la propuesta alternativa que algunos de estos colectivos
presentamos en les Corts en octubre de 2017.
En
diciembre de ese mismo año se aprobó la Ley de la Renta Valenciana
de Inclusión sin recoger ninguna de nuestras propuestas y en Abril
de 2018, hace ya un año, comenzó a aplicarse.
Comenzó
a aplicarse una ley con muy bajo presupuesto para llevar a cabo el
objetivo que decía buscar, resolver el problema de la pobreza en el
País Valencià, cerca de 500.000 personas.
Una
ley muy poco publicitada para evitar una avalancha de solicitudes,
así lo reconocían en privado, en reuniones con colectivos sociales,
algunos gestores de su aplicación.
Una
ley que inició su andadura con una aplicación parcial, solo 2
modalidades de las 4 contempladas (desde hace pocos días son ya 3
las aplicadas y la cuarta tiene que esperar hasta mayo de 2020), con
las consiguientes personas que quedan sin posibilidad de obtenerla.
Una
ley con un mecanismo de
tramitación oscuro que está generando retrasos injustificados,
demoras que afectan a personas de carne y hueso que se hallan en
situaciones de extrema vulnerabilidad y, a algunas de ellas, los
servicios sociales les niegan ayudas de emergencia porque, según les
dicen, no las necesitan pues van a cobrar la renta valenciana de
inclusión con los atrasos correspondientes.
Y
por último, con un modelo de solicitud engorroso e intervencionista
en la vida privada de las personas, el cual debería cambiarse por
uno más sencillo y respetuoso.
Alia,
Ana Belen, Antoni, Aouatif, Apolonio, Carmen, Fátima, Ismael, Itto,
Juan Carlos, Juan José, Julián, Laura, Tania y
muchas más que desconocemos, son personas que han solicitado la
Renta Valenciana de Inclusión. Son personas que tras rellenar una
solicitud larga y complicada, y acompañarla de la abundante
documentación requerida, llevan esperando (entre 7 y 11 meses) sin
saber nada de su solicitud y sin cobrar.
Son
personas con dignidad que no son responsables de su situación,
muchas de ellas con hijos a cargo. Son personas, no números de un
expediente, que sufren la lentitud y a veces la desidia de la
administración. Son personas, en definitiva, privadas de un mínimo
vital para poder subsistir.
¡¡¡¡No
más retrasos, No más burocracia!!!
¡¡¡
Por una Renta Valenciana de Inclusión que sea un verdadero derecho,
individual, incondicional y suficiente !!!
o
lo que es lo mismo
por
la Renta Básica de las Iguales
y
mucho más